Pese a que para la mayoría de personas el ideal sería ser dueños de su propio negocio, lo cierto es que a la práctica, no todos los emprendedores son capaces de convertir una idea en un negocio rentable.

 

Sin embargo, hay algunas características comunes que comparten aquellos emprendedores exitosos.

 

Aquí os dejamos los 11 rasgos más relevantes que tienen los emprendedores y línderes más éxitosos del mundo.

 

11 rasgos que tienen los emprendedores y líderes de éxito

Pasión

Cuando uno decide emprender algún tipo de negocio lo hace con la idea de poder dedicarse en cuerpo y alma a aquello que emprende. Si todo va bien, un emprendimiento será para toda la vida… y eso es mucho tiempo.

Por eso, una de las principales características que un emprendedor debe tener en verdadera y auténtica pasión por aquello que emprende. El emprendedor vivirá, soñará y respirará con y para su negocio. Por lo que es muy probable que si no siente verdadera pasión por su negocio termine cansándose muy pronto, y por lo tanto, termine cerrando su negocio.

Motivación

La motivación es un plus que nos ayuda a seguir adelante. Y cuando hablamos de negocios esa motivación puede marcar la diferencia entre un negocio exitoso y uno que no lo es. Por eso, una característica que todo emprendedor debe tener es la capacidad de estar y mantenerse motivado hasta bajo las circunstancias más adversas.

Pero además, debe ser capaz de motivar a todos los los que forman parte del emprendimiento. Ya que cuando uno está motivado se mantiene positivo y es más fácil transmitir esa motivación y ese positivismo a todos los que le rodean, ya sean trabajadores, clientes,…

Además de que  mejora el ambiente laboral, la productividad, el ánimo de los clientes, etc . Por eso, la motivación debe ser el «leitmotiv» del emprendedor.

Conocimiento

Son muchos los que se lanzan a emprender un negocio sin tener conocimiento alguno de negocio que emprenden. Esta práctica es poco recomendable, ya que puede llevarnos a cometer una gran cantidad de errores que terminen pasando factura a nuestro emprendimiento.

Por eso, es imprescindible conocer al máximo todos los factores internos y externos que están vinculados con nuestro emprendimiento: desde quiénes son y como piensan nuestros clientes, hasta cuántos pasos tiene nuestro proceso de venta y fabricación o cómo funciona toda la competencia.

Cuanto más conocimiento tenga el emprendedor sobre el sector en el que va a emprender, más probabilidades tendrá que de su apuesta sea exitosa.

Riesgo

Un emprendimiento no deja de ser una inversión. Y toda inversión tiene su riesgo. Por eso, un buen emprendedor debe ser consciente de que emprender es arriesgar y para ello, debe definir hasta que punto está dispuesto a arriesgarse, qué puede ganar, qué puede perder y ser capaz de encontrar el equilibrio entre los riesgos que son viables y los que no.

Obviamente, si su emprendimiento tiene una buena planificación el riesgo que corra siempre será menor, pero el emprendedor debe tener bien claro que indistintamente al tipo de negocio que tenga siempre habrá un riesgo de que salga bien o de que salga mal.

Paciencia

Cuando uno decide emprender invierte muchos esfuerzos, dinero,… para sacar a flote su negocio. Por eso, la paciencia es un factor clave, ya que son pocos, o me atrevería a decir que ninguno, los negocios que dan beneficios desde el primer día.

Un emprendedor debe tener paciencia para que sus esfuerzos empiecen a dar frutos. Lo ideal es, antes de emprender, planificar cuánto tiempo vamos a tardar en recuperar nuestra inversión ya que de este modo podremos saber, a priori, si nuestra inversión va a ser rentable en el corto o mediano plazo o si por el contrario deberemos armarnos de paciencia durante mucho tiempo o incluso, debemos abandonar nuestro emprendimiento.

Constancia

La constancia debe ser una aliada de la motivación y de la paciencia del emprendedor, ya que en un negocio hay momentos buenos y momentos no tan buenos. Y son muchos los emprendedores que arrancan con todas sus ganas haciendo inversiones majestuosas y luego dejan de invertir en su negocio.

Por eso, nunca debemos bajar la guardia y debemos ser constantes en todo lo referente a nuestro negocio. Debemos seguir invirtiendo tiempo y dinero para que nuestro negocio siga adelante y debemos cuidar constantemente la imagen, la reputación, la calidad, el servicio, la atención, a los clientes, al personal, a los proveedores,…

Organización

No es necesario tener una personalidad obsesiva con la organización. Pero si que es cierto que un buen emprendedor debe ser mínimamente organizado en todo lo referente a su negocio.

Debemos tener en cuenta que un emprendedor es la base de un negocio, por lo tanto, si el emprendedor no es capaz de organizarse tampoco será capaz de organizar su negocio.

Por eso, es imprescindible llevar una agenda siempre al día de todos aquellos aspectos que tengan que ver con el emprendimiento ya que el emprendedor debe controlar absolutamente todos los aspectos de su negocio, y más aun cuando tenemos una micro-empresa.

Autocrítica

Esta es quizás la mayor cruz de muchos emprendedores, ya que en muchos casos pierden el sentido de la autocrítica y pasan a creer que todo lo que hacen está bien y no necesita mejorar. Cuando creamos que nuestro negocio es inmejorable, tenemos un gran problema.

Por eso jamás se debe perder el sentido de autocrítica ya que este nos llevará a cometer errores y a pasar obviedades por alto. En estos casos siempre es bueno nutrirse de segundas y terceras opiniones que, a ser posible, no tengan absolutamente nada que ver con nuestro emprendimiento. Las opiniones de los clientes, las opiniones de los no clientes y del público en general siempre serán de gran ayuda para no perder el norte.

Perfeccionismo

Partimos de la base de que no hay nada perfecto y de que nunca llegaremos a ser perfectos. No obstante, una de las mejores virtudes que puede tener un emprendedor es querer ser y querer hacer cada día las cosas un poco mejor.

Por eso, es bueno que el emprendedor, a parte del sentido de autocrítica tenga un toque de autoperfeccionismo ya que le ayudará a fijarse nuevos objetivos y nuevos retos para su emprendimiento que le ayudarán a que su empresa mejore y crezca.

Confianza

Un emprendedor debe tener plena confianza en si mismo. Pero no solo implica confiar en lo que piensa, en lo que hace, en lo que dice, en lo que cree, en cómo actúa… también implica tener confianza en la gente que le rodea, y eso implica confiar tanto en el resto de trabajadores, en los proveedores, en los clientes…

Obviamente no hay que pecar de confiado, pero lo cierto es que la desconfianza es un mal enemigo del emprendedor y es una de las principales barreras mentales limitantes con las que tienen que lidiar muchos emprendedores en su día a día.

Límites

Un buen emprendedor no es solo aquella personas que es capaz de hacerlo todo y bien. Una de las mejores y más difíciles capacidades del emprendedor es saber cuáles son sus límites. Por eso, es imprescindible tener la capacidad de delegar aquellos trabajos que no se nos dan tan bien o que otros pueden hacer mejor que nosotros.

El buen emprendedor debe tener siempre presente la relación coste-oportunidad, es decir, que el tiempo que pasa haciendo algo que no controla a la perfección es tiempo que no pasa haciendo cosas que sabe hacer muy bien.

Y el tiempo del emprendedor, aunque a veces le cueste contabilizarlo, vale dinero. En estos casos, siempre es recomendable plantearse: ¿Cuánto vale mi hora de trabajo? ¿Cuánto tiempo voy a dedicar a hacer este trabajo que no domino? ¿Cuánto dinero me cuesta delegar este trabajo a un profesional? En la mayoría de los casos, cuando un emprendedor se hace estas preguntas se da cuenta de que merece la pena delegar muchos trabajos.

Además, un emprendedor debe saber limitar sus horas de trabajo y desconectar para mantenserse productivo y creativo. Ésto que, a priori, parece algo insignificante puede ser la tarea más complicada que todo emprendedor tenga que realizar puesto que el emprendedor que se dedica en cuerpo y alma a su negocio en muchas ocasiones perderá la noción del tiempo y ser verá absorvido por su proyecto. Por eso, un buen emprendedor debe conocer sus límites y saber autocensurarse.

Algunos emprendedores tienen algunos rasgos más marcados que otros, pero todos tienen, como poco, estos rasgos en común.
Sin embargo, estas son solo algunas de las características comunes que tienen los emprendedores, ya que hay tantos rasgos como tipos de personas

¿Tu añadirías alguna otra característica más?

¿Qué porcentaje de cada rasgo crees que debería tener el emprendedor ideal?

 

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